EVOCACIÓN
Pintaba la madrugada
colores de alba y luna, el presente se asomaba
entre hojas de árboles encendidas y abrazos de farolas en flor. Camino
hacia la mañana y un telón multicolor de música adorna mi caminar a solas. Ausente
entre multitud cierro mis ojos, para soñar, un día más, con la noche que se vá
y el día que amanece. Bajo despacio al encuentro con la realidad cotidiana que
busca su amanecer entre raíles, bajo tierra. Un millón de historias se
confunden en mil destinos, y la mía, una más, se cruza con mil miradas, mil
ojos llenos de sueños y mil sueños llenos de amaneceres. En un momento, sin
saber por qué, abrí mis ojos, y tras los cristales de la realidad una imagen se
recortó en el aire, TÚ. Una cortina ausente de años cayó entre realidades, una emoción apagada se encendió
de pronto cuando las luces negras de tus ojos negros iluminaron el valle
dormido de los míos. Y pasó un lapso de tiempo oscuramente corto, luminosamente
cierto. Un pitido, cruel e intenso, fugaz como un suspiro, rompió el hechizo, y
te fuiste dibujando un adiós con tus manos y un beso en el aire con tus labios.
Viajé de nuevo al espacio en que me habitas, y dejé que el tiempo volviese a
pasar sin tiempo y acaricié tu nombre
con la emoción de letras nuevas. Y dejé que la luz de tu recuerdo iluminara el
nuevo día que asomaba al final de la escalera.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario