jueves, 18 de diciembre de 2014


                                         MI PRIMER PORTAL

Al entrar en la iglesia, a ambos lados de la puerta principal, dos vitrinas de madera oscura daban la bienvenida. Vestidas años y olvido guardaban tras sus cristales varias imágenes  de santos y libritos sobre temas religiosos, hojas dominicales y catecismos, palabras de oración, colectas, el día a día de una comunidad, de una iglesia en un rincón llamado Campillo. En una de las estanterías un deseo  hecho de papel iluminaba unos infantiles ojos que, pegados al cristal, ansiaban poder hacer realidad aquel sueño. Cada domingo, antes de entrar a la iglesia los ojos recorrían incansables la estantería donde reposaba aquel sueño, aquel deseo hecho de  de papel. D. Juan Galán y Galán, el cura, escuchó complacido una pregunta infantil al acabar la clase. Esas imágenes relatan una historia de hace muchos años, respondió. ¿Quieres conocerla? dijo. Y paciente Don Juan contó una historia que aunque conocida aquella mañana sonó diferente, especial. Mientras su voz recreaba la historia unos ojillos llenos de sueños se entrecerraban pensando en aquel sueño encerrado tras los cristales de una vitrina de madera oscura. ¿Te gustaría tener las láminas?, preguntó el cura, y el cielo se abrió de par en par y un rayo de luz iluminó los ojillos infantiles que apenas pudieron escribir un sí con un hilo de voz. Bien, dijo D. Juan, has de ser muy bueno en casa, portarte bien con los demás, y sacar buenas notas, y al final te llegará el premio. Y mientras se esforzaba en su deseo de conseguir su sueño, sus pupilas seguían encendiéndose de ilusión cada vez que miraba la vitrina de madera oscura, que guardaba tras el cristal el deseo en papel de un niño.
Se han apagado las luces de la tarde y la noche camina entre olores de frío y candela por calles solitarias. En el aire resuenan los altavoces de la torre de la iglesia con voces de villancicos que anuncian que es Navidad. La fuente de la bellota y la calle Mesones se han quedado mudas esta tarde, ausente de juegos infantiles, que a esta hora dibujan sueños e ilusiones con figuritas, hierba recién traída y  la escoria de la fragua, que  serán prado y montañas de un mundo efímero y mágico llamado portal de Belén . En la quietud  y calor de la casa de la abuela Josefa un pequeño soñador enciende las estrellas de sus ojos  y su corazón late ilusión, mientras una cartulina blanca con unas montañas pintadas de acuarela conforman un paisaje que será realidad cuando las manos primorosas  de la tía Ventura recorten y den vida a un deseo, a las figuras de una historia que en una lámina de papel han  vivido un largo sueño, tras los cristales de una vitrina de madera oscura. 


                                                           http://youtu.be/IPsetJAppQ4
 

miércoles, 26 de noviembre de 2014


                                                               TRES SEGUNDOS

Tres segundos, infinitos, cómo un beso en un poema, como las noches de luna llena, como un abrazo en espera, como un sueño entre dos almohadas. Tres segundos, intensos, como la vida a contravía, como el amor en sus primeros pasos, como las caricias en ausencia. Tres segundos, emotivos, como las letras sin forma de un poema sin hacer, como los paisajes sonoros de una carta recién nacida, como las caricias de una mirada con luz de atardecer. Tres segundos, vitales, como el sabor de los besos robados, como los sueños escritos  con besos en las mejillas que duermen, como el latido transparente de un corazón que ama. Tres segundos, eternos, como el sabor del primer beso, como el eco de un te quiero, como la brisa azul de una sonrisa al otro lado de un corazón. Tres segundos, irisados, como la mirada multicolor de la primavera en mi ventana, como el abrazo de bienvenida de cada amanecer, como las teclas de colores del piano  del  arco iris.Tres segundos, callados, como el amor que no puede amar, como el beso esperanzado en la antesala de los labios, como las emociones sin la luz de unas letras. Tres segundos, perfumados, como las primeras rimas con letras de carne y beso, como los besos en sequía, como las caricias dormidas en las alas de una carta. Tres segundos, luminosos como la sonrisa cómplice del roce de unas manos, cómo la ola que muere en la playa de un beso, cómo el despertar azul de un sueño entre las manos. Tres segundos.
Y mientras la realidad impone un tiempo con otra cadencia, dos mundos, dos miradas se han detenido entre las calles del día, en una esquina del atardecer, en el espacio sin medida de una mirada de tres segundos.  
 
                                   
                                                         http://youtu.be/-7cthsORosw
    

lunes, 27 de octubre de 2014

                                       ESENCIA

 
Las tapas de aquel libro, hechas de sueño y vida, se abrieron una mañana más al calor de un amanecer, a la luz imposible y transparente de un deseo escondido de entre letras de esperanza y primavera. El papel agua de sus hojas guarda cada día en sus rincones redondos la música azul de mil sueños, las flores en pentagrama de rimas escritas con letras blancas de almohada.
Se pasea el día entre páginas calladas, entre las imágenes sin forma de lo que pudo ser y no fue, entre lo que fue y no debió, y lo que es y no debía.
Se abrazan los tiempos del tiempo y el ayer ya no fue, cómo el hoy ya no es, como mañana quizá no sea, y así, es, fue y será se funden en un SOY, en ese instante eterno que llega desde y hacia las profundidades del alma.
La cortina vital de una música esconde entre los pliegues de sus notas, las mariposas azules de un deseo, las flores sin tiempo de unas letras, que a fuerza de imposibles han crecido en el jardín de un poema.
Y mientras se acercan oscuros los pasos de la noche, las sensaciones dibujan pasajes sonoros entre pasos azules, entre frases con olor a mar y esencias de beso en flor.
Y las tapas de aquel libro hecho de sueño y vida se cerraron por hoy con la llave esperanza y oro del cercano amanecer.



 
                                                      http://youtu.be/qyKdV9-L18o

 

martes, 23 de septiembre de 2014


                                             HOMENAJE

La lluvia golpea con fuerza las hojas de un viejo laurel que, doloridas, se inclinan hacia el suelo, mientras el aire mueve los brazos de las ramas en una danza gris y susurrante. Las tejas del tejado vierten su lamento de agua sobre las piedras del patio formando una cortina de agua que forma regueros entre las piedras corriendo en pos del desagüe. En el interior de la casa una escena familiar se repite, como cada día, mientras el fuego arde en la chimenea, lamiendo las llamas el caldero que con agua caliente cuelga de la cadena negra de hollín. Sentada en una silla baja con asiento de eneas una madre acuna a un niño pequeño, que satisfecho tras haber comido buscaba los brazos de la madre para abandonarse en pos del sueño, acariciado por la voz de miel y rosas de la madre que lo acuna al son de “ Clavelitos”. Las notas van saliendo de su garganta envolviendo el aire del comedor, mientras rendido a sus encantos el pequeño yace dormido en las nubes de algodón de sus brazos. Al otro lado de la mesa camilla una cuna de madera guarda los sueños de otro niño que hace rato vuela por el cielo de los sueños. La madre envuelve al pequeño diablillo en una manta y lo deja suavemente en su cuna, mientras sus ojos negros acarician una y otra vez las dos cabecitas apenas visibles entre las sábanas, sus manos cual golondrinas en vuelo trazan rimas de caricias sobre ellas mientras su corazón escribe una tras otra canciones de cuna que salen por su garganta moduladas por los ruiseñores de miel y rosas de su voz. Se llena el aire de emociones contenidas, de sensaciones profundas, de sentimientos, al calor del fuego que chisporrotea al compás del ruido de los troncos de leña al caer sobre la candela que el padre añade cuidadoso y solícito. De vez en cuando mira a la madre y luego a los niños y sonríe entre orgulloso y preocupado al tiempo que atiza la candela por enésima vez.
Los niños se han dormido al son de la voz de la madre, que se ha ido apagando poco a poco mientras se ha sentado junto al padre. Se han cogido de las manos y los dos a la vez se han mirado, han cruzado sus miradas, la de él azul cielo, negro azabache la de ella, y ambas se han fundido en cuatro ojillos que ahora descansan cerrados tras la cuna de madera. La madre cansada ha apoyado su cabeza en el hombro del padre que, conmovido, la rodea con su brazo y vuelven a mirarse por enésima vez.
Dos gatos diminutos han aparecido en escena, y tras jugar un rato con una hoja seca de encina se han acurrucado a los pies de los padres, junto al fuego. La tarde se ha apagado tras el cristal de la ventana, fuera sigue lloviendo sobre las piedras del patio, sobre el laurel, sobre las rojas tejas. Cincuenta y dos años después llueve ausencia sobre vuestra ausencia, y en vuestra memoria este pequeño homenaje.

 
 

lunes, 25 de agosto de 2014


                                         NUEVO PILAR

Viejo amigo que hoy renaces en nuestras vidas, que vuelves con nosotros de entre las cenizas aún ardientes del recuerdo. A ti, que un día borraran de nuestro ayer y hoy a golpe de martillo e ignorancia, que rompieran tu alma de ladrillo en mil pedazos, que hicieran de tu techo azul y blanco un poema compungido sin letras y sin alma. A ti amigo a quien callaron con tapones de olvido y hormigón las voces cantarinas de tus caños cantores. Que rompieron tu largura y altivez y encerraron tu nombre en una mueca sin alma y sin formas. Viejo amigo, a quién un día de luto cambiaron tus amigos de siempre. Aquellas mulas sedientas, aquellos burros cansados de un día de fatigas, aquellos amigos, tus amigos, que mientras bebían tu vida a sorbos te contaban avatares de siembra y siega, campo y lucha. Viejo pilar, a ti que has visto crecer nuestras vidas al cobijo de tu agua eterna y tu sombra en el azul y blanco de tus tejas, a ti que has escuchado las historias de nuestros días con murmullo de silencio amigo, que llevaste nuestras voces y sueños, nuestras penas y esperanzas en la mochila líquida de tu agua eterna, para fundir nuestros sueños con tu alma agua y evaporar sus letras entre las nubes del diario amanecer. Hoy que la vida te trae de nuevo con nosotros, que estrenas traje de ladrillo y fiesta, que cantas otra vez en coro de caños y alegría, que luces de nuevo cielo azul y blanco, que volvemos a ser un poco ayer y hoy contigo y a la vez, a ti amigo pilar quiero rendir mis letras en un abrazo eterno, y decirte con el corazón entre las manos: Bienvenido de nuevo a casa.
 

                                                     http://youtu.be/0LkFueAWP88

sábado, 19 de julio de 2014


                      LA SONRISA DE UN ANGEL

Con sonrisa de luna llena, con dorados de sol naciente, aquel pequeño angelito, aquel bebé que sonríe frente a mi con sonrisa de mar en calma me ha mirado como buscando ser cómplice.
Los espejos de sus ojos se han encendido al notar como le escribía una sonrisa en el aire. Ha sonreído con mofletes de rosa encarnada, y su boquita entreabierta ha dibujado una ola en miniatura. Al compás de las olas de su sonrisa he dibujado figuras en el aire, y he pintado imposibles con las manos, he cruzado los mares de los sueños y en la playa de su mirada he dejado la espuma de la esperanza. Unos brazos de seda rosa acunan al pequeño entre los rayos de luz miel de una mirada que lo abraza con luz propia y lo ilumina con destellos de caricias y besos, al tiempo que me dibuja una sonrisa cómplice. Cansado del día o acaso de mí, aquel ángel ahora juega enrollando sus dedos diminutos entre los rizos del cabello de su madre, al tiempo que se han ido apagando las olas de su mirada, mientras el espejo negro de sus ojos se ha ido entrecerrando poco a poco. Unos segundos después se ha cerrado también la rosa blanca de su sonrisa, mientras sus dedos dulcemente reposaban en la playa abierta de las manos de su madre. Envuelto ahora en luz y caricias, entre seda y rosas, feliz, viaja por el mundo azul de los sueños.
Avisa el tiempo, es mi parada y toca bajarme, una última mirada a aquel ángel, mientras mi noche se abre ante mi. Una mirada de luz miel sonríe diciendo adiós, mientras escribe una caricia, otra más, en la rosa encarnada de aquellas mejillas. Hoy supe del cielo en la tierra, hoy viví un momento madre, escrito por un ángel con sonrisa de luna llena, mientras la ciudad esconde su tesoro en el laberinto de la noche. 
 
 

                                                    http://youtu.be/447yaU_4DF8
     

sábado, 14 de junio de 2014


                         LOS CISNES ENCANTADOS

Paseaba una tarde junto a un lago en busca de la puesta de sol en el agua, tras el beso rosáceo del sol a la tarde que muere en el lago. Ante mi pasaron dos cisnes majestuosos, blanco de nieve sus plumas, y con un extraño collar rosa en el cuello. Al ir a hacer la fotografía una voz me detuvo en seco. Una señora que pasaba junto a mi me dijo: no hagas la foto, no saldrá nada, ellos son los encantados. Intrigado le pregunté a la señora, ¿qué es eso de los encantados?. Allá junto al bosque vive la señora del Porvenir, ella te lo contará todo, pues ella lo sabe todo y se alejó sonriendo. Me encaminé hacia el bosque y allí en una casa, acariciada por las aguas del lago, vivía la señora del Porvenir. Cuando llegué hasta ella me sonrió, y sin preguntar nada me dijo: quieres conocer la historia de los encantados ¿verdad?. Siéntate junto al fuego y escucha. Hace muchos años, durante la edad primera del hombre dos jóvenes decidieron unir sus vidas para siempre, robaban tiempo al tiempo y siempre estaban juntos, y así el lago y el bosque fueron testigos cómplices de aquel amor. Avisadas las familias de sus deseos, fueron a consultar a la señora del Porvenir, tras el ritual que mandan las leyes les comentó: vuestro futuro está aún por decidir, no aparece en las estrellas, no puedo ver nada, hay como un velo negro que me impide ver más allá. Eso me indica que todo está en vuestras manos, aún por hacer, pero no es buen augurio el velo negro, es señal de problemas severos entre familias si decidís seguir adelante. Yo no puedo aconsejaros, pues nada sé y nada puedo hacer en vuestros corazones. Apenados cómo jamás imaginaron, salieron de allí sin saber qué decir, ni qué hacer, ni dónde ir. Al ver la huella de su pena la señora del Porvenir los llamó. “Venid, he visto lo mucho que os queréis y lo sincero de vuestro amor y quizás pueda ayudaros”. ¿Queréis amaros para siempre?, les preguntó. Uniendo sus manos y sus miradas cómo jamás lo hicieran antes, de sus bocas salió un sonoro y profundo SI.. Poco después con la luna llena una pequeña barca se adentraba en el lago, con el silencio como testigo y una bruma salida de lo alto del cielo.
Las familias preocupadas por la tardanza de los jóvenes, le preguntaron a la señora del Porvenir y ésta les dijo: Mañana volveréis a verlos y estarán juntos y felices para siempre y vivirán eternamente en el lago. Los conoceréis porque llevarán un collar rosa en el cuello. Y cuentan que desde entonces siempre hay en el lago dos cisnes con el collar rosa, pese a los años transcurridos.
Sonreí complacido, mientras me alejé de la señora del Porvenir camino del lago. El sol se dormía tras las montañas nevadas y derramaba oro y rosa en una maravillosa puesta tras el lejano horizonte. Al tiempo surgieron de la nada dos cisnes blancos con un collar rosa en el cuello y pasaron junto a mi con sus picos unidos. Guardé mi cámara y los miré complacido: hay historias que ni siquiera una foto puede reflejar. Y los cisnes se alejaron lentamente mientras la tarde se dormía entre las aguas del lago. 
 
 
                                                     http://youtu.be/f9VxOvxRpB8

lunes, 12 de mayo de 2014



                                      A CONTRAVIA

Aquellos versos frutos de madrugadas y sentimientos se unieron en el universo blanco de un folio y traspasaron las fronteras del sueño y formaron un poema que dibujó con letras el mapa en rimas de un corazón en carne viva. Y se cobijó entre las alas blancas de un sobre, en las hojas de un libro, para emprender el vuelo en la siguiente parada de metro, camino de aquella luz que encendía una sonrisa cada mañana en el asiento de enfrente del vagón compartido,de aquellas montañas doradas que reflejaban el sol naciente entre los rayos de sus cabellos, de aquellos ojos de sol poniente que escribían esperanzas en la arena del amanecer.
Y el metro vino, puntual y lleno, como siempre, con su eterna carga de sueño y sueños, con su prisa y sus historias entre raíles.
Pero ella.... hoy no vino. Y mil mariposas con forma de excusas volaron por el cielo y se posaron en las ramas de su corazón. Y esperó al día siguiente, y al siguiente del siguiente, y luego otro más . Y la paloma blanca del sobre quedó dormida entre las sábanas blancas de un libro amigo, mientras esperaba el amanecer de un nuevo encuentro entre dos sueños en los bancos de un vagón de metro.

Rimas de silencios en el aire
golondrinas de versos en el cielo
miradas ausentes sobre letras
que escriben acordes de deseo
rimando en el fondo de unos ojos
un latido de letras y de sueños.
Las letras escriben sueños
Los sueños sueñan con letras
y traspasando deseos
y pintando versos de estrellas
unos sueños sueñan sueños
y unas letras sueñan letras. 
 
 
 
                                                     http://youtu.be/42HSlivgGHs

martes, 22 de abril de 2014


                                               VIENTO DEL SUR

Hoy me trajo el viento del sur el aroma de tus manos, y prendidas en la luz del crepúsculo venían escritas miles de sensaciones. Olía la tarde a distancia, a nubes bajas de ausencia, a río azul de nostalgias. Los pájaros azules del ayer inmediato cantaban recuerdos ya dormidos, y en sus cantos evocaban historias vividas y guardadas en el aire. Un dulce y tranquilo arroyo, inquieto y cantarin en otros días, hoy viajaba plácido y susurrante entre cañas verdes y bosque de álamos en flor. Los lejanos montes de poniente acariciaban con traje oscuro y distante la bóveda multicolor del cielo del atardecer. En torno a mi el campo viste traje verde primavera con flores nuevas prendidas en la falda larga y ancha de la llanura susurrante. Los valles cercanos cubren su cara de roca con el velo transparente de la niebla de la tarde. Y al calor del aroma de tus manos mi corazón te pensó y mi mente te llamó hasta el lugar del sueño en que me habitas. Dije tu nombre en silencio y recorrí tu cara letra a letra y tu pelo paso a paso y tu cuerpo verso a verso y tus manos beso a beso. Te traje, ausente de mi hasta mi iluso universo traspasando mil fronteras, rompiendo mil silencios acariciando ilusiones, ilusionando mis locos sueños.
Desde la tarde que muere en tus ojos, desde el cristal limpio y trasparente de tu beso. Te traje desde el mundo donde nacen todos los sueños, desde el valle lejano y dormido de mi encadenado verso. El viento del sur me trajo el reflejo de tus ojos en el agua del arroyo, y vi cómo se fueron cerrando con la noche que llegaba con traje negro de gala y lentejuela de estrellas. Un broche de luna llena, dejé prendido en tu pelo y un beso de blanca plata en tus mejillas rosadas, y apreté fuerte tus manos queriendo en vano hacerlas mías y fundirme contigo en la noche ya cerrada. Y mientras abrazaba tu ausencia dolorida, te fuístes, un día más, poco a poco al lugar dónde nacen todos los sueños, y lentamente, cómo siempre, cómo cada vez, volví a despertar del sueño en que me habitas, cuando el viento del sur se dormía entre las ramas verdes de las ancianas encinas. 
 
 
 

                                              Foto: Cortesía de Mª José Enciso Martínez.
                                    
                                                     http://youtu.be/vpiQe8HG7u4
 

jueves, 20 de marzo de 2014


                                             BUSCARÉ


Un día, cuando se borren los pasos del tiempo, cuando el hoy no sea un tiempo por vivir, cuando el ayer no escriba vivencias en pasado, cuando el mañana no espere a la luz del amanecer para sentir emociones. Cuando el momento escriba realidades al calor del presente, entonces... buscaré. Buscaré letras nuevas para vivir sueños escritos en la almohada de la realidad, buscaré tus mejillas en los colores de la alborada para escribirle caricias al compás del amanecer. Buscaré las gaviotas blancas de tus manos para pintarles de azul el mar infinito de un abrazo, buscaré el sol dorado de tu mirada de media tarde para ponerle de espejo el dulce sabor de un beso a contravía. Buscaré el universo infinito de tu pelo para pintarle olas de estrellas con espuma de estrellas fugaces. Buscaré la playa roja de tu beso encarnado para escribir poemas con las letras sin forma de mis besos. Buscaré la sombra luminosa de tu nombre para ponerlo como guía en la sala a solas de mi corazón amante, buscaré la huella de tus pasos perdidos para hacerles un poema nuevo con los versos azules de mi madrugada ausente. Buscaré en el aire las notas de tu aroma para llenar de primavera el pentagrama negro de tu ausencia dolorida. Buscaré en mis noches sin tí para ponerle a contraluz la música de tu risa. Entonces, cuando ése día llegue, cuando amanezca, cuando sea tú contigo y seas yo conmigo, cuando seamos, dejarán mis sueños de ser anhelos de tinta pintados en el papel de un deseo.
 
 
 
 
                                                    http://youtu.be/FOKfLCbKObw
 

miércoles, 26 de febrero de 2014


                                                               LLUEVE… 

Buscan refugio mis letras en el corazón blanco de un folio, al calor del fuego de los sueños. Llueve ausencia sobre palabras que se niegan a la vida en el papel del deseo. Llueve silencio sobre letras que borraron su esencia empapadas de gotas de lluvia hechas deseos. Llueve calladamente oscuro sobre la luna llena de unas manos que abrazan el eterno infinito de un momento. Resuenan sonoras las campanas de la lluvia sobre tejados de plata y carmesí, surcando el aire se eleva el rosario monocorde del agua que reza oraciones líquidas en las gotas informes de los sueños.
Huele el aire a deseos con luces de almohada, huelen nerviosas las sombras que fugaces y volubles escriben anhelos en la pizarra negra de la chimenea. Huelen inquietas las llamas del fuego en canto ardiente de madera y brasas, y sus notas de crepitar y humo escriben en el aire versos de oro y fuego. Huelen dolidas las ardientes brasas que entonan cenicientas canciones al calor helado de la ausente presencia. Brillan sonoramente encarnadas sus letras blancas de calor y fuego cuál deseo en mitad de un anhelo, para luego apagarse lentamente en la almohada del amanecer.

Duele el aire a silencio de lluvia, duele la lluvia a silencio de candela herida, duelen las sombras con voces de llama y deseo, duele el deseo con gotas de ausencia y letras de agua. Duele la candela de los sueños en madera ardiente de ausencia dolorida, dolor hecho madera que arde en los versos espirales de unas manos que abrazan silencios entre dedos hechos brasas. Y por doler duele hasta el dolor, duele pensar, duele mi letra, en palabras dolorosamente recogida, duele mi yo, duele mi sombra, duelo yo mismo  ausente de mi mismo. Duele saber que un día más mientras te escribo, en el fondo de mis letras, en mi mismo, llueve, huele…duele.
 
                                       http://youtu.be/naiu-of7J80                   
 
 
 
 
 
 
 

miércoles, 29 de enero de 2014


                                                      SUEÑOS DE CIRCO 


Se ha hecho un silencio profundo en las abarrotadas gradas. Bajo la carpa circular mil miradas ansiosas y expectantes  se enfocan hacia la pista iluminada por un enorme  foco de luz. Rompiendo el sonoro silencio, hacen su entrada a la misma unos personajes peculiares sacados del libro de la fantasía, con trajes y  adornos llamativos……. comienza el espectáculo. Son uno y son varios y todos a la vez  conjuntan un verso en acrobacias y malabares, un arco iris de piruetas que hacen que las gradas derramen sus gotas de aplausos sobre la multicolor escena. Las mazas trepan por el aire, tras acariciar el techo descienden alegres dando vueltas en pos de las manos que las volverán a lanzar aún más arriba. Luego vendrán los aros de colores con sus vueltas infinitas, y las sillas, con su inestable equilibrio, y las copas de cristal en su bandeja y las bicicletas de una rueda, y la guitarra sin cuerdas, que suena cómo un ángel y las caídas sin daño. La pista se llena de fantasía escrita con esfuerzos y risas. A ambos lados de la misma mil almas embobadas encienden sus sonrisas al compás de la música y los ojos se abren en un asombro infinito, en una Oooh!  inmensa de sus labios trazada en el aire. Mil manos nerviosas dibujan rimas imposibles de gestos en el lienzo blanco del aire. Los pequeños pies bailan inquietos el baile sin acordes de las emociones a flor de piel, sentimientos que desbordan y abrazan sus almas. Y sus manos se agitan rompiendo el aire, acariciando gratitudes para encerrarlas en las diminutas copas de unas manitas, para entregarlas en un aplauso como un trofeo. Bajo la lona gigante, un abrazo infinito, una sonrisa inmensa, una alegría desbordante dibuja sobre la arena mágica de la pista la mayor de las esperanzas, la llave del mayor tesoro del mundo. Y mientras tanto, bajo capas de maquillaje y abalorios unos niños de muchos años, sonríen felices de hacer reír. Son los primeros de los niños, ellos más niños que nadie, niños que nunca dejaron ni dejarán de ser niños.
 
 
 
 
        Música recomendada : Circus Dreams. Autor Michel Hoppé. Album : Simple Pleasures.
 

miércoles, 8 de enero de 2014

                                  LOS REYES DE ISABEL

Los ojos infantiles se abrieron en arco iris ante el mundo de ilusión que se dibujaba tras el cristal del escaparate. Uno a uno los niños fueron llenando sus corazones de emociones con forma de juguetes, que señalaban emocionados con los lápices mágicos de sus dedos de cinco años. Y el cristal se llenó de deseos con mil formas y colores que cada uno de los niños hizo suyo en su lista interminable de ilusiones. Unas veces fue el scalextric o el tren eléctrico, el fuerte del oeste americano, con sus vaqueros y sus indios o el traje de fútbol del equipo preferido o el balón de fútbol o …. y los juguetes uno a uno fueron teniendo dueños, mientras el aire se llenaba de villancicos y corríamos después a ver el portal de belén de la iglesia. Con la emoción contenida y los nervios a flor de piel arropábamos nuestras ilusiones con las sábanas de la espera, ansiosos por mirar al amanecer bajo nuestras camas esperando los regalos en esta noche sin igual, noche de Reyes, noche mágica.
El alba me despertó con un tibio rayo de sol tras los visillos blancos de la ventana. Ansioso miré bajo mi cama y como una ofrenda dos regalos aguardaban a mis inquietas manos y nerviosos ojos. Inundado de felicidad acaricié el balón de fútbol y el juego de raquetas de ping- pong. La magia había funcionado, y allí bajo la cama sus majestades dejaron sus regalos.
Isabel era una más entre nosotros. No tenía familia en el pueblo y se ganaba la vida haciendo recados para la gente, limpiando casas o llevándoles el agua desde el pilar viejo o la fuente de la bellota. Cada quién le daba lo que podía, unas veces fue comida, otras fue ropa o cachivaches que ella guardaba en su casa como un tesoro, las menos de las veces algún dinero para ir tirando. Era al caer la noche cuando Isabel venía a casa. Fiel a su cita se sentaba junto a la mesa camilla y al calor del brasero nos contaba su quehacer cotidiano, su diario devenir, sus cosas, al compás del tic tac y un vaso de leche caliente migado de pan. Poco a poco vencida de sueño y cansancio la acompañábamos hasta su casa, y así hasta el día siguiente, copia del día de ayer e igual al de mañana. Puntual como siempre hoy día de Reyes, Isabel llegó a casa al caer la noche, sonriendo nos dio un beso y se sentó en su lugar de siempre. Tras desgranar el día al compás de un polvorón y su leche caliente, sus manos curtidas abrieron un envoltorio. Un olor ce canela tostada llenó el aire y un puñado de galletas aparecieron entre sus manos cómo la mejor de las magias. Había gastado su ganancia del día en comprar aquellas galletas para compartirlas con nosotros, eran sus Reyes, nuestros Reyes.

Hoy, cincuenta años después, mi mañana del día de Reyes sigue oliendo a galletas de canela en recuerdo a Isabel.

                                           http://youtu.be/n-Iu5WieAPg