martes, 29 de diciembre de 2015


                                        2ª PARTE  " EL DOBLAO  "  

El tiempo se ha parado junto a mí, jugando con agujas y tic tac, en un mundo redondo sin medidas, y ha traído hasta el hoy los aromas de aquellos días vividos. Como entonces he vuelto a sentir el olor de mis primeras miradas a contravía, a revivir aquellos silencios sonoros con los ojos perdidos en aquel universo negro que encendía ilusiones, a escuchar la tormenta de un corazón inquieto y el vuelo nervioso y azul de mis primeras letras.
He vuelto a sentir el calor de una sonrisa de mar abierto y el silencio oscuro de una mirada cómplice. He vuelto a leer el poema sin letras de los aromas a primavera recién nacida, a músicas en pentagrama en blanco, donde letras aún sin mensaje se encontraban por las calles de la vida con unas notas recién nacidas con olor a flores nuevas.
 Y fué pasando la mañana, el día y la tarde, como pasaron los años, y por pasar pasó el tiempo, y el reloj volvió a sus agujas y a su tic tac. Y se hizo la noche sobre el viejo doblao. Volví a cerrar el baúl con la emoción escribiendo emociones, todo volvió a quedar como estaba, como siempre.
Cerré los ojos y dibujé una sonrisa. Aquello que un día fui y  que un día sentí, seguía allí guardado, latente, vivo. Era mi yo más interno, más íntimo, más  yo mismo.
Al apagar la luz del presente, al otro lado de la realidad, sentado sobre el baúl, mi yo también sonreía. 
 
                                              Imagen bajada de la red
                                               https://youtu.be/TGIw60UKiKw           

sábado, 19 de diciembre de 2015


                                                               EL DOBLAO

Habían pasado los años, muchos años, desde la última vez, el último encuentro. Habían pasado cosas, muchas cosas, y pasó la vida, con sus luces y sus sombras, sus afanes e ilusiones. Hoy, me he  sentado al borde de la mañana, mientras el sol despereza los rayos de sus dedos, mientras la luz va dibujando la vida,  con sus colores entre las páginas azules de un cielo infinito de otoño, en el cielo amarillento de mil árboles desnudos, en las notas apagadas de millones de hojas muertas, en el eco susurrante de vidas que brotan al amparo de la lluvia y el tímido sol de Diciembre.
Hoy un sueño ha querido volver, ser la  realidad que un día fue. Y pidió prestada la llave del tiempo. Sin más equipaje que la emoción partió en este amanecer tras la estela blanca de una ola. Caminó madrugadas y regresó al lugar dónde pasaron por primera vez las primeras cosas. Y se llenó de colores  a golpe de diario amanecer, cuando el aire huele a esperanza.
Y llegó al fin a la otra realidad,  a aquel viejo doblao, aquel otro mundo donde un día quedase el yo que me habita, donde guardados quedaron aquellos días que fueron principios del hoy presente, hojas doradas en un libro que nace a golpe de versos y vivencias. Y al abrir de nuevo sus ventanas resuenan los acordes de mil músicas guardadas.
Las manos se emocionan e inquietan al volver a acariciar al amigo fiel, viejo compañero, rincón del corazón dónde quedó guardado el tesoro de unos años que despiertan a la vida. El corazón escribe inquietudes y una a una las vivencias se van desplegando con su carga de emociones.
Allá en lo más oculto, una vieja libreta guarda los primeros poemas escritos a la sombra de Bécquer y Espronceda y se asoman emocionados al aire de la vida. Aquellas letras sin nombre, gaviotas azules sin destino, surcaron el cielo de la tarde hasta perderse en el murmullo de un arroyo susurrante y el verde eterno de unas cañas enamoradas. Los ojos, bañados de emociones, recorren los días a golpe de poemas y música, tarde de sol poniente y noches de luna llena.  ( continuará… )
 
                                              Imagen obtenida en internet.

                                                 https://youtu.be/FZpKIoa6FOM

miércoles, 9 de diciembre de 2015


                                                     AQUELLA NAVIDAD
Contaba Diciembre sus primeros días en el calendario, el frío recorría las calles casi vacías mientras el ocaso pintaba de atardecer las puertas de la noche. Como cada tarde un grupo de niños se ha reunido en la Plaza de la Fuente de la Bellota. Centro de juegos infantiles y escenario del transcurrir de mil vidas, aquella tarde, una más, se fué llenando de voces y risas, de juegos infinitos llenos de alegría.
A la luz de una farola de acero con tres focos, la plaza se hizo, un día más, el teatro de los sueños donde escribir sonrisas al calor de la infancia. El tocadé, los santos, los cuatro árboles o esquinas, aceitero – vinagrero, y mil juegos más formaban repertorio en la mochila de la ilusión. Cómo una pieza más en el puzzle de los juegos, la vieja Fuente de la Bellota sonreía con voz de granito y agua eterna. A su lado los rosales recién plantados guardaban bajo sus hojas nacientes las promesas de sus capullos aún dormidos, aguardando la tibia caricia del sol de febrero.
En una esquina, como ajena, una cabina de teléfono esperaba con su puerta abierta ansiando esa llamada nunca hecha o que nunca llega. A los lados de la plaza unos bancos de metal ayudan a descansar,  y son punto de reunión para contar y oir historias a la luz de mil memorias.
Y en el centro de la plaza, como reina y señora, una imponente acacia mimosa, sonreía en verde turquesa con las voces de los niños. Amiga y cómplice, aliada y compañera, extendía sus brazos vegetales para abrazarnos con la tierra madre y cobijarnos a la sombra de sus hojas eternas.
Aquella tarde la acacia lucía especial. Aparecía radiante, con luces de colores por sus ramas, era aún más grande y hermosa. Todos los niños hicimos un corro entorno a ella mientras cantábamos villancicos, llenando el aire de fiesta y alegría.
Aquella Navidad fue testigo y protagonista de noches de ilusión y música a la luz de sus bombillas de colores y sus hojas de verde eterno. Y fue testigo del paso de una familia camino del cobijo de un portal, y fue faro en el caminar de Tres Magos que buscaban la Luz recién nacida.
Y una tarde infausta unas hojas amarillas y secas llenaron de tonos ocres su manto verde, y luego fueron más y más aún. Nuestra amiga la acacia se estaba secando, sin nosotros saberlo nuestra amiga agonizaba sin remedio. Una mañana de Enero, gris y lluviosa como el olvido, su cuerpo sin vida oscuro y muerto se retiró de la plaza, llenando de vacío y soledad  su hueco eterno.
Hoy, muchos años después, su imagen y su recuerdo reviven en mis letras, mientras sus flores amarillas  perfuman su memoria cada Navidad en la Plaza de la Fuente de la Bellota.  
 
 
                                              https://youtu.be/ukDSju1u1_I

lunes, 30 de noviembre de 2015


                                                                  EN…

Los recuerdos de tu nombre vienen dibujando en esta noche los paisajes que escribes en colores a la luz del encuentro al amanecer. Las letras oscuras de tu mirada de universo vienen en este folio escribiendo fantasías con luces de estrellas fugaces. Con el pincel de mil formas entonan una melodía infinita en el piano de un arco iris, cuando me miras y te miro, cuando sonríes y sonrío, cuando me abrazas y el mundo entero se para, cuando la realidad se hace un momento infinito.

 En ese instante supremo, cuando se funden tu día y mi noche, cuando dos realidades hacen un solo camino, y dos almohadas escriben un mismo sueño. En ese sublime momento, cuando mis ojos se llenan  con la luz de tu mirada, y miramos los dos hacia un mismo sentimiento. En ese latido infinito, cuando tu corazón hace guiños de diástoles y el mío le contesta con sístoles en carne viva. En ese cálido instante, cuando los pasos de mis manos encuentran la meta de seda de tu mejilla en una caricia alada.

 En la sutil transparencia de tu deseo encadenado al encuentro de alba y rosa de mi amanecer contigo. En el folio por hacer de tu sueño entre dos ausencias, al dibujar con anhelos las horas en vacío. En ese camino en blanco que cada noche se abre con las sombras de la ausencia, y que alumbramos en colores con la luz de un beso en esperanza. En esos pasos perdidos que caminan en la nada, y que se hacen paralelos en el amanecer luminoso del alba entre dos miradas. En esa música sin notas en el  piano  del camino a solas, que se tornan teclas en blanco y negro en la fantasía del abrazo en la alborada.

En ese folio negro de tu  ausencia y mi vacío, que pintaremos de luz y colores con la rima de tus besos. En ese vacío en redondo de mi ático en penumbra, que llenaremos de sensaciones con el poliedro emocional de tu presencia entre las manos.  En la vivencia sonora de tu callada ausencia, que pintaremos de letras azules, y llenaremos el  blanco de los folios con lluvia de sonrisas en los páramos resecos de los días sin noche y las noches sin ti. En la realidad que encarcela nuestros sueños en la celda de la madrugada a solas escribiremos libertad con luces de sol y alborada en las paredes blancas de las calles del día.

Y cuando al fin pueda estar contigo, cuando esté lleno de ti, inventaré palabras para decorar tus sueños, letras nuevas para iluminar tus noches. Haré de cada sueño un mundo por compartir. Cuando al fin sea alba en tu amanecer y luna en tu madrugada, entonces, encenderé un nuevo día con las luces verdes de esperanza de las letras de tu nombre.  
 
                                              Imagen bajada de la red
                                               https://youtu.be/Gab1-j5xBi0

miércoles, 18 de noviembre de 2015


                                               PLAYA DE LETRAS  

Como buscando una luz aquellas letras  fueron llegando hasta la playa del atardecer. Primero en pequeños grupos, luego en frases enteras, que sin orden ni sentido fueron descansando sus formas sobre la arena blanca. Sus ojos azules se fueron llenando de mar y ocaso, y tras cada ola miraban un poco más allá, allí donde el cielo se funde y se hace uno con el horizonte, donde nacen las olas y la espuma dibuja nubes con la puntilla blanca de los sueños. Tras el verso de cada ola, las letras buscaban la rima consonante de otra letra enamorada, para comenzar unidas un poema nuevo. Y la rima asonante buscaba la letra solitaria para intentar un  nuevo camino, un sueño entre dos almohadas. Dos pasos más  allá también las letras buscaban su yo íntimo, su complemento y su ser en la playa blanca de aquel folio. Y tras cada unión, tras cada ser y sentido se encendía un verso, una vela de ilusión, salpicada de arena y olas. Y así aquél folio se fue llenando de letras hechas frases, de frases llenas de ilusión y esperanzas. En un momento todo el folio era puro sentimiento dibujado entre letras y frases plenas de vida, aún sin forma definida.  Y llamaron a las puertas de la noche desde su sonrisa creciente les sonrió la luna. Con su lápiz de luz de plata fue escribiendo realidades sobre arena, y nacieron sueños y anhelos, versos y vivencias al compás de aquella sonrisa que nacía y crecía, menguaba y se escondía, jugando al escondite tras la cortina oscura del universo que  sonreía divertido    con guiño de estrellas. El aire tibio de poniente trae olores de letras nuevas mientras en la playa blanca de mis sueños, esta noche, sin saber cómo, un folio lleno de anhelos, de sueños y de esperanzas, ha amanecido entre mis manos. En el aire, sonriente los ecos lejanos de una música amiga se alejan camino de la vieja cassette. Ella sabe y calla. Amiga y cómplice me duerme entre sus brazos al calor de sus notas. Los pasos irisados del amanecer traen arena blanca y un sabor a mar y olor a olas en su pentagrama azul. 
                                        Imagen bajada de la red
                                       https://youtu.be/A7v1nawwgDA   

domingo, 1 de noviembre de 2015


                                              RECORDANDO

Era el día de Todos los Santos del año 1964. Por la calle Mesones, entonces Calvo Sotelo, una furgoneta verde repartía propaganda de un circo instalado en la era detrás de la gasolinera y anunciaban a la mujer más fuerte del mundo, la Sansona, decían los papeles que tiraban al aire. Empezaba a hacer frío y mientras la tarde se iba se encendieron las luces de la calle, tocaba recogerse en casa. Al calor de la candela me entretenía jugando con el soplillo o las tenazas atizando las brasas, para quedar una vez más hipnotizado por aquel baile encarnado que hacía piruetas imposibles y subía por la chimenea camino del negro del cielo. Cansado de jugar cogí de entre unos  papeles unos folios que estaban escritos a máquina, su título “ Las Reglas de Urbanidad “, y me embarqué en sus letras. A lo lejos un ruído se fue acercando poco a poco llamando mi atención. Curioso me asomé a la puerta de la casa. Un grupo de muchachos venía calle arriba con unos cestos con comida y otros con algo extraño en las manos que hacía aquel ruído tan desagradable. Eran matracas, tablas de madera con unos aros fijados en sus caras, que al girarlas sobre sí mismas hacían aquel ruído extraño. Las hacían girar los monaguillos, que iban por el pueblo pidiendo comida , para luego en la noche de difuntos comerla en el campanario de la torre junto a las migas que hacía Juan López, Tío Vinagre. Aquel ruído se me clavó en el alma y no hubo forma de dormir. Sonaba a raíces antiguas, a tétrico, a oscuridad. Con los años se perdieron las migas en la torre y las matracas, y llegaron las visitas a los cementerios. Por la mañana, desde la escuela tocaba ir al de los italianos. Tocaba ir en filas, los niños a un lado y las niñas a otro, hasta allí, un responso y vuelta a casa. El día de Todos los Santos se iba al Cementerio Viejo y  al Nuevo se iba en los Fieles Difuntos. Y allí que íbamos con nuestros faroles, y las flores de pensamiento y aquellas orlas de color lila con letras dolientes de color dorado. Los monaguillos íbamos junto a D. Diego Murillo Nogales para recoger el dinero de los responsos. La costumbre era de un responso por difunto, habiendo casos de cuatro o cinco responsos en un nicho. El precio… un duro por responso, que se guardaba en una bolsa de terciopelo rojo. En el Cementerio Nuevo se empezaba cada año por un lado diferente para que diese tiempo a todos a tener su responso. De aquellos años me que quedó el ruído de las matracas y ese olor tan especial que tienen estas noches. A la luz de las mariposas de papel o las palmatorias que ponían mi abuela o mis tías aprendí a rezar por aquellos que se fueron antes, por los que me enseñaron.  Años después no enciendo velas, pero si rezo antes de dormir ese Padrenuestro que me enseñaron a mis seis años. Y aprendí que nadie muere, pese a ausencias y vacíos, mientras se le recuerde en el corazón.
 
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                                                 https://youtu.be/Iyi_kw_0WHM

sábado, 31 de octubre de 2015


                                                          AGUA Y LUNA

Con letras azules de agua y luna escribimos una cita al amparo verde de cañas eternas y velo sonoro con voz de agua. Sería en ese momento mágico, cuando en una esfera sin formas muere un día y nace otro, en la cuna alargada de unas manecillas sin tic tac, en ese momento preciso en el que el cielo a veces lanza guiños de estrellas fugaces  a corazones que sueñan y laten sobre el renglón gris asfalto de la vieja carretera. Las encinas y olivos, en su mudez verde, serían testigos de unas letras que buscan un orden y un sentido al abrigo de una mirada y de unas miradas que buscan cobijo al amparo azul de unas letras a contravía. Los ojos inquietos de miles de estrellas serían cómplices de ese momento sutil e infinito donde se ahogan los deseos y se adelantan los suspiros. El agua, callada, sería espejo y folio para escribir realidades que laten al otro lado de la realidad. Sería cauce y vía  para unos sueños que buscan el alba blanca de una almohada para dejar de ser solo sueños en la transparente realidad de un deseo. La sonoridad blanca de la luna sería el pentagrama para escribir  con luz las notas de verso y plata que resuenan en un latir hecho en ausencia y madrugada. El velo blanco de la luna llena sería la vía sonora que iluminase los senderos, ahora a oscuras, de unas manos que  buscan por los pasos vacíos de una ausencia dolorida. Agua, base para saciar la sed de amor de unas letras en sequía. Luna, faro de sueño blanco para encender el camino hasta el momento infinito, el instante supremo del reencuentro de dos pasos en caminos paralelos que se cruzan al final de la noche, que se abrazan al principio del día. Agua y Luz, Cañuelo y Luna, dos realidades a la espera en la noche inmensa de un lugar del futuro.
 NOTA
La noche de la cita el cielo se cubrió de nubes y llovió imposibles. La Luna quedó atrapada entre oscuros y el Cañuelo, seco, lloró lágrimas negras de piedras secas sobre un lecho de luz ausente.
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                                     https://youtu.be/DjBxsy1FUD0

sábado, 17 de octubre de 2015


                                                                             UNO    

Amanece. Entre pasos de aurora y madrugada, voy recogiendo los jirones de unas letras que hoy se negaron a ser espejos de un corazón que late a contravía. Miro hacia atrás y veo la soledad pasada reflejarse entre las paredes sin forma de una búsqueda infinita. Puedo ver mis ojos buscando tu figura ausente entre las notas de un espejo sonoro que sólo sueña en vacío, que escribe con  notas en oscuro y noche  las ansias infinitas de tu presencia vital. Puedo ver mis manos abrazadas a tu nombre escalando nerviosas los peldaños oscuros de tu ausencia en mi noche. Puedo ver mis ojos buscando tu figura ausente entre los paisajes yermos de unos sueños que sueñan ser mirada y realidad cuando se encuentren con los tuyos en las fronteras del día. Puedo ver cómo resuena sonoramente seco el manantial azul de mis letras en vacío, que vagan ausentes por el desierto blanco de un folio por llover. Puedo ver mis pasos recorrer la llanura sin forma de mil deseos que conducen, en camino etéreo, hasta tu almohada, para llegar cansados pero felices al encuentro final con tu beso. Puedo sentir como el reloj sin esfera de mi momento en el ahora se transforma en horas de piedra que marcan un tiempo que no pasa. Mi noche sin  ti, buscándote, se transforma en un laberinto a ciegas, que esconde su final entre las notas ambarinas de tu mirada al encuentro con la mía en las riberas  del amanecer. Las notas incoloras de mi búsqueda de ti callan sus pasos en el pentagrama a la espera del piano del día, que suena en sinfónico arco iris cuando tus manos abrazan las mías al abrir la puerta de mi alborada contigo. Mi beso, ausente del mar sonrosado de tus mejillas, surca el océano de tu ausencia nadando entre olas de calma y silencio de luna nueva. Resuena mi espera entre deseos, mis anhelos se agolpan frente al dedo azul de una pluma en las espera transparente de ser dados de vida en un folio escrito. Como tantas noches antes, como tantas otras después, como siempre, te busqué sin medida,  sin tiempo. Y en mis ansias de ti, de estar contigo, te guardé en un sueño, uno más, en unas letras, otras más,  y te hice mía conmigo y me hice tuyo contigo, hasta que volvamos a ser UNO como siempre con las luces del amanecer. 
 
                                              https://youtu.be/lqc2J1Z9I0I
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lunes, 5 de octubre de 2015


                                      ESPERA
Aquellos versos, frutos de madrugadas y sentimientos, se unieron en el universo blanco de un folio, y traspasaron las fronteras del sueño, y formaron un poema que dibujó con letras el mapa en rimas de un corazón en carne viva. Y se cobijó entre las alas blancas de un sobre para emprender el vuelo en la siguiente parada de metro, camino de aquella luz que encendía una sonrisa  cada mañana en el asiento de enfrente del vagón, camino de aquellas montañas doradas de su pelo que reflejaban el sol naciente entre los rayos de sus cabellos, de aquellos ojos de sol poniente que escribían esperanzas en la arena del amanecer.
Y el metro vino, como cada día, puntual y lleno, como siempre,  con su eterna carga de sueño y sueños, con su prisa y sus historias sobre raíles al amparo del nuevo día.
Pero ella….hoy no vino. Recorrió una y mil veces el vagón con ojos de esperanza y desconsuelo, con mirada de angustia y desazón. Y mil mariposas con forma de excusas volaron por el cielo, y se posaron en las ramas de su corazón,  y otras mil  con forma de temores anidaron en el fondo de su alma. Y esperó al día siguiente, y al siguiente del siguiente, y luego otro más. Y así hasta que un día la paloma blanca del sobre quedó dormida entre las sábanas blancas de un libro amigo, mientras esperaba el amanecer de un  nuevo encuentro entre dos miradas, entre dos sueños, en los bancos de un vagón de metro, camino del amanecer.
 
 
                                        https://youtu.be/wJoBvtxqDdk
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jueves, 24 de septiembre de 2015


                                                               ENCANTAMIENTO

En la playa solitaria de mi madrugada a solas, como en un suspiro ha anochecido un sueño. Cansado de ser soñado se ha dejado llevar por las alas de la realidad, y abandonado de fuerzas, subido en olas de pleamar y sentimientos, ha surcado los océanos negros del olvido, para llegar cansado hasta mi noche naciente. Con voz apagada, tembloroso de ausencia y empapado de soledad, se ha sentado al calor de mis letras y me ha soñado su vida.
Nació una mañana de invierno, en una almohada de arco iris, mientras un corazón con ojos de universo rimada emociones en la candela ardiente de un poema de versos en ausencia. Llenó su mochila de ilusiones, sus bolsillos de esperanzas y con pasos de alegría e ilusión, inició el camino hacia la luz dorada del amanecer de la realidad. La luz blanca de los deseos guiaba sus pasos en medio de la noche, al amanecer dormía entre las sábanas blancas de unos folios que aguardaban a las golondrinas de unas letras para dibujar sus deseos en sus cielos azules. Noche tras noche, letra a letra fue viviendo caminos, andando madrugadas y escribiendo deseos al alba de cada vivencia. Una noche sentado al borde de la madrugada conoció a otro viajero, la música, y tras contarse esperanzas decidieron compartir camino, nota a nota con pasos unísonos e hicieron de cada vivencia, de cada amanecer una ilusión en pentagrama. Más hoy el amanecer ha sido noche oscura. Las letras doradas del alba se han perdido por las calles de la madrugada, amaneciendo en otro mundo blanco, en otro folio, y el frío del desencanto ha congelado sus deseos en las aceras grises de un poema sin letras. La música ha callado sus notas redondas, perdidas en un aire  que huele a vacío y resuena a oscuridad. Al mirar su mochila la ha visto inmensamente vacía, sus ilusiones, cual tiempo pasado, han ido cayendo preñando al suelo de pisadas en vacío pasos hacia ninguna parte, camino hacia la nada, Cansado de soñar ha llegado hasta mi noche y mientras hablaba escribía su vida a golpe de arena y ola, y se ha dormido en los renglones blancos de un cuaderno de anhelos. He guardado sus palabras azules en el cofre blanco de un folio y lo he cubierto con sábana azul de letras, emprendiendo camino de vuelta hacia la otra realidad, allí donde nacen todos los sueños. Y en el aire de mi noche naciente, a orillas de un mar sin riberas, una música que huele a latido y letra despliega el aroma de un sueño en el pentagrama irisado de una música de mil colores. 
                                               https://youtu.be/D4FnRvfQu7M
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lunes, 7 de septiembre de 2015


                                                                  PARALELOS 

Resuenan  sonoros los pasos de la noche entre calles que laten sus últimos deseos de un día que se va apagando poco a poco entre farolas mortecinas, luces que iluminan pasos perdidos, vidas que recogen sus ilusiones a la luz de la luna, para poner un paréntesis en el diario vivir.
Subo un día más al cotidiano quehacer y poniendo cortina de música cierro mis ojos y escribo sueños al compás de bocinas y ruidos, de árboles de verde callado,  de luminosos de neón irisado, semáforos de voz tricolor que escriben los vaivenes de un mundo que cierra los ojos y otro que extiende sus sueños por los caminos de la madrugada. Y en ese intermedio irreal, en esa realidad fantástica en que conviven paralelos dos mundos opuestos, mi ayer y mi hoy, mi noche y mi mañana, traspasando los velos del tiempo llego un día más hasta ti, pueblo mío, padrepueblo, para contarte mi devenir diario lejos del abrazo blanco de tus calles, lejos del aroma a paraíso de tus flores, ahora que es primavera. Añoro un día más, la luz eterna de tu amanecer entre encinas y olivos, la banda sonora de las golondrinas, el oro viejo y seco de tus campos por segar, preñado de futuro y esperanza. Resuenan ausentes las notas transparentes del agua del arroyo Budión y el hermano Cañuelo, la Andihuela y el Guadámez, playa olvidada donde escribimos sueños infantiles al calor de cien veranos pasados a las sombra de los años. La realidad resuena con voz metálica y mis sueños, un día más se pierden en el aire redondo y gris del horizonte lejano. Hoy quise guardar mi corazón en el amanecer azul de unas letras, puse de sobre un deseo y un beso rojo amapola de sello eterno.  
 
                                            https://youtu.be/9olcTJmDphA

viernes, 21 de agosto de 2015


                                                               REFLEJOS 

Caminan mis letras esta noche, como tantas otras noches, por los senderos redondos y transparentes de los sueños. Busco en cada renglón de la madrugada, en cada segundo de silencio y soledad la partitura vital, la almohada pentagrama donde reclinar mis deseos. Busco entre caricias ausentes la brisa sonora de tu sonrisa al amanecer, cuando anochece mi día y amanece tu noche. Busco al sol de  mi madrugada la sombra luminosa y oscura de tus ojos a contraluz, allí donde las miradas se hacen poemas, donde las letras escriben silencios sonoros, donde solo unos segundos bastan para escribir imposibles. Se pierden mis letras, una noche más, en un laberinto azul, en la playa de arena blanca de los folios escritos al calor de otra noche más sin ti. Sueñan tratando de leer tus sueños, imaginando los valles ahora dormidos de tu   piel seda, la eterna primavera del olor de tu beso. Llegan a mis oídos los trinos multicolores de tus ojos al amanecer, la música irisada de tu abrazo naciente, la luz poniente de mi sueño que duerme en tus brazos. Tras de mí se han quedado, cansados de ausencia y madrugada, mis pasos en el andén de los deseos. El tren de los sueños pasa,  una noche más, con su carga de deseos a la luz de la luna, con sus vagones repletos de ilusiones con trajes de fiesta y letras de esperanza, con flores de sueños en el ojal de un  poema. Pasea sonoramente luminosa una caricia en pentagrama, una música hacha arrullo que me abraza con las notas de tu nombre  y me transporta un folio más, una noche más, al rincón del alma donde  me habitas. Cansado, un  sueño más allá, he apoyado mi cabeza en la almohada azul de mis letras doloridas, y me ha vencido la madrugada. Al despertarme este amanecer, sobre la arena de mis mejillas, las olas de tu beso habían escrito un  sueño en rojo y seda, y abrazadas a tus manos mis letras tenían tu nombre entre los dedos de un deseo hecho folio.
 
 
  
                                           https://youtu.be/35a79o640kQ

martes, 28 de julio de 2015



                                                               SIEMPRE

Sobre el folio blanco de un sueño por soñar, extendí esta noche los recuerdos que nacen a contravía de la realidad, cuando el alma escribe sensaciones y el corazón se llena de lluvia. Cuando el tren de la noche pasa, una madrugada más y se detiene cargados sus vagones vacíos de ilusiones a contratiempo. Buscan las letras, un cómo y un porqué, un motivo para respirar y ser olas en la playa de un poema, o ser notas en el pentagrama de un beso. Quisieran ser a un tiempo flores en el jarrón de un verso y fragancias en el trino de un jilguero. Y por ser quisieran ser agua en el manantial de unos ojos que derraman caricias de oro y seda cuando se tornan espejos de la tarde. Letras que buscan ser un cofre hecho de arcoíris dónde guardar entre colores el universo infinito que ocupan los recuerdos no vividos, aquellos que buscan tiempo en la esfera de los días, en el reloj sin forma de una estación llamada esperanza. Una vivencia más el corazón retorna al lugar dónde pasaron por primera vez las primeras cosas. Sedientas las letras, hambrientas de sueño, se han quedado dormidas en los andenes vacíos de los versos por hacer, tras los ecos apagados de mi madrugada a solas. Cuando el amanecer anuncie la llegada del nuevo día, cuando pueda al fin estar contigo, podré fundir tus ojos con los míos, cuando tu mirada sea un horizonte con la mía, cuando tus manos borren a fuerza de caricias las arrugas oscuras de los pasos de la madrugada, Cuando tu abrazo sea la llave que abra la ventana del nuevo día, cuando tu sonrisa ilumine las calles ahora dormidas de mi mirada, cuando tu aroma perfume el aire de mi amanecer. Cuando mi madrugada deje de ser    pasos en solitario para seguir al sol de tu presencia, cuando mi monocorde soledad se transforme en una sinfonía de colores, entonces……mi amanecer será alba en tu mirada, mis manos escribirán versos en tus manos, mis ojos serán océanos de ilusión en la playa de los tuyos, entonces, al fin seré uno contigo, serás uno conmigo, y cada amanecer será un folio en blanco dónde escribir las notas irisadas del día con letras nuevas de esperanza. 
 
                                            https://youtu.be/t1YL8nyvGas






































































































































 
 
 
 
 
 
 

sábado, 18 de julio de 2015


                                PAISAJE IMAGINARIO 

La nube blanca de un folio en blanco flotaba entre los jirones rosa y oro del inmediato amanecer. Callada y gris la calle de la madrugada daba sus últimos pasos por las aceras hoy vacías de los sueños. Por los rincones redondos de la soledad a solas un murmullo apagado, un eco de letras ausentes se oían por entre pasos callados de olas sin riberas y arena blanca de pies sin huellas. El pentagrama sonoro del alba traía túnica blanca de callada sinfonía, sin los acordes irisados del nuevo día. Por entre los surcos de los minutos pasados, entre las veredas sutiles de los segundos a contravía, adormecidas, calladas, acurrucadas, como esperando, van mis letras. Sobre la blanca cal de mi madrugada esperé, una noche más, la llegada a la estación de los sueños del tren de los deseos interiores, con sus vagones rebosantes de anhelos y recuerdos  por hacer realidad. Sobre la mesa del deseo esparcí  mis íntimos sueños a modo de acuarela emocional, para escribir en colores los pasajes del alma. Abrí de par en par el sótano de los deseos, y encendí las velas de la ilusión para iluminar la sala de espera de los sueños en la terraza de mi ático. Abrí también la caja fuerte de los recuerdos soñados para encenderles en el camino hacia la realidad azul. Dibujé la banda sonora de mi mejor sonrisa para llenar de esperanza los renglones blancos de horas en espera. En el espacio infinito de un sueño, en la ventana de mi ático he encendido tu nombre a la luz azul de mis letras. Con el latir encarnado de un deseo enamorado he dibujado un beso color de letras sobre tus mejillas dormidas.  
 
 
 
                                               https://youtu.be/OOO4ROO_sPM

miércoles, 24 de junio de 2015


                                   INCONDICIONALMENTE
 
Por la rueda azul y rosa del amanecer, por entre trinos y oro de alborada he llegado éste nuevo día hasta tu almohada. He llegado hasta tu sueño dormido y me he sentado junto a tu latir a solas. He visto tus ojos romper el océano de los sueños para quedar amarrados en el puerto blanco de la blanca almohada. He visto tus manos entrelazadas como queriendo abarcar entre los dedos los límites redondos y azules de tus sueños. He sentido tu respirar a flor de piel con un latir de deseos encadenados. He sentido tu perfume como nube llover tu esencia sobre el mundo ahora nebulosamente transparente de tu ser dormido. He visto el mar azul de tu cuerpo latir bajo las olas blancas de tu respirar en la playa de algún mundo etéreo y lejano. La sinfonía monocorde de un tic tac a solas pone notas redondas a un tiempo que se detiene en un reloj sin esfera ni agujas. Ilusionado, me he sentado al borde de tu madrugada, y mientras dormías apagué la luz de mi día, para fundirme con la luz de tus sueños, paré el reloj de mi tiempo para hacerlo acorde con el tuyo. Cerré mis ojos con los tuyos, para fundirme en el oscuro infinito de tu universo, paré también, por un momento, mi latir a solas para ser uno contigo, para latir sensaciones al compás. También paré mis pasos en la acera amiga de tu caminar en  sueños, para unir caminos por los senderos azules del caminar a dos pasos. Dejé mis deseos extendidos sobre la sábana verde de la esperanza, para unirlos a los tuyos, y que florezcan en la primavera del nuevo día. He fundido mis manos con las tuyas para que tu piel, unida a la mía, escriba sensaciones de letras imborrables. Mi respirar se ha sentado junto al tuyo, y mis pulmones se llenan de tu aire, para fundir hálitos de vida en un solo respirar. Y mientras mis ojos se van cerrando poco a poco he apagado mi amanecer una vez más entre los faros de universo de tus ojos. Arropado por tu aroma y cubierto con tus manos he cruzado el umbral de la realidad para fundirme un día más en la luminosa verdad de tu presencia.
 
                                              https://youtu.be/7vNKRjWeGCk                                               
 

domingo, 7 de junio de 2015

                                 QUIETUD PRESENTIDA

 
 Hay un silencio en el aire
como presentido.
Hay una quietud en el agua
como dormida.
Hay un silencio en el aire
como esperando...
a que enciendas
el aire, el agua, la vida,
 con tu presencia,
con la luz de tu mirada.
 
 

sábado, 23 de mayo de 2015





                                                               PRIMAVERA 

Dibuja el amanecer sombras doradas de esperanzas sobre la pared recién encalada del nuevo día. Sobre la sábana verde de los campos preñados de futuro prende con alfileres de colores trozos de vida en mil matices y mil formas que llenan el aire de fragancias nuevas.  Mil olores a ilusión y vida nueva corren entre arroyos con murmullo de agua cantarina,  y juguetea con las ramas de encinas y olivos que acunan vidas en los brazos de sus ramas centenarias. Huele el alba a ilusiones renacidas entre flores nuevas, a esperanzas escritas con lápices de colores, a emociones verdes en siembras en flor y coral de voces aladas. El aire se perfuma de luz y la luz se embriaga de aromas, el horizonte se abre en abanico de vida y la vida misma late y se refleja en cada rincón, en cada paso del día en la esfera del tiempo. Mi alma se llena de horizonte y el corazón inventa palabras, late poemas en azul cielo y verde de espigas en flor. La primavera trae en éste día un folio blanco entre nubes de algodón, para dibujarlo de esperanzas, para envolverlo con las notas de mil trinos, y perfumarlo con el aroma de millones ilusiones. Al abrir ésta mañana la ventana de mi ático, tras el horizonte curvo, el nuevo día, amanecía entre sombras doradas de esperanzas y coral alada de pájaros en flor.
 
 
 
                                                https://youtu.be/b2nlbBE_l1Q

viernes, 24 de abril de 2015




                        SENSACIONES AL OCASO

 
 
 
 

Desde mi más tierna infancia busqué cielos azules donde pintar los cuadros de mis sueños, orillas donde ver pasar las estaciones a golpe de hojas de árboles, calles dónde el tiempo se dormía a golpes de sueños, dónde la flor de la amistad crecía por doquier. Aprendí a soñar contemplando el vuelo en rimas de blanco y negro de las golondrinas, a descubrir la magia de la imaginación de Dios en la más pequeña margarita nacida en la cuneta de una triste y olvidada carretera, cuando la primavera llenaba de colores la palma inmensa de su mano. Descubrí también la fantasía en colores de los aromas de las flores y mis manos se llenaban de sensaciones cuando las acariciaba. Aprendí a ver la sonrisa de Dios en atardeceres de oro y púrpura con música de cigüeñas en lo alto de la torre. Un mundo de sensaciones se abría a mis ojos llenando mi infancia de vivencias. Recorrí unas calles, a veces de piedras, a veces de adoquines, dónde se quedó mi infancia dormida entre juegos, compartí escuela con los que hoy son mis amigos, y entre día y día llenamos nuestras vidas de sensaciones, escribimos páginas de un libro que en la distancia releo por enésima vez. En esta tarde de abril cuando el sol nos brinda su último rayo llueve sobre mi corazón, sobre mi alma, en la tarde campilleja, en el ocaso de este abril, se apagó la última luz que me alumbraba desde la distancia, la última raíz que me unía a mi solar natal. La llama de su luz, junto a la de otros, será faro y guía de este peregrino del recuerdo. Por ello cada nueva vivencia que sueñe, cada nuevo encuentro con el blanco del papel en el mundo de los sueños, será un pequeño homenaje a mis raíces, un abrir de par en par el alma a su luz, en suma un encuentro entre líneas con mi yo más profundo 
                                                    
                                                    

                                         https://youtu.be/c6_V_ZZju7o

martes, 24 de marzo de 2015


                             CIEN NOCHES DE SOLEDAD

Sobre la esfera blanca de un tiempo sin medida mi noche se encamina al encuentro interminablemente oscuro de mi inmediata madrugada.  Perennemente  presentes, latentemente vívidos, acaricio con los dedos del corazón los momentos únicos  que segundos antes has escrito en el papel de mi alma para poder leerlos, uno a  uno, en  la solitud sonora de tu ausencia.  Guardo los momentos del día en el baúl  latente de mi corazón para sentirlos cuando la soledad escriba silencios en el espacio en blanco de un tiempo que no pasa. Arropado con tu nombre y de la mano de tu mirada camino entre los pasos de un día que se ha dormido entre  las luces tricolores de un millón de semáforos vigilantes.  
Y para acortar el camino hasta el amanecer haré de cada segundo  un ramo de letras encendidas para tí, haré un camino nuevo, tapizado de sueños por soñar, andaré por deseos infinitos para escribirlos en tu almohada. Haré que los sentimientos resuenen en el pentagrama infinito de un beso. Y pintaré las paredes con las letras azules de mis sueños, esos en los que te escribo en la condena oscura de la soledad a solas. Llenaré de letras los mensajes irisados de tus besos, que llegan ansiosos hasta mi ventana, en el ático sin luz de mi madrugada sin ti. Mis pasos irán tras las huellas sonoras de tu perfume, hasta fundirse con los tuyos en el camino del amanecer. Y acariciaré con momentos las aceras de mi noche sin tu abrigo en una madrugada más  en que mis letras quisieron dibujar  mi yo sin ti. Por las aceras líquidas de la playa cercana un rumor de olas acaricia mis pasos, entre las nubes verdes de los árboles amigos, con luces de rosa y oro,  el amanecer dibuja tu nombre en la esfera  azul de mi mirada, y tu presencia infinita abraza mi cielo mientras tus ojos  dibujan nuevas  esperanzas en la almohada blanca del nuevo día.
 

                                                       https://youtu.be/On3fy2DOV_A
 

sábado, 21 de febrero de 2015


                                                            LETRAS

En cada yo que me encuentro cada día, en cada vivida de cada segundo presente, en cada instante absoluto, tras cada suspiro con aroma de anhelo y cuerpo de deseo, tras los paisajes sonoros de la belleza en pentagrama, nerviosas, escondidas ufanas y temerosas, insolentes, atrevidas, necesarias, reales e imaginadas, por vivir y deseadas, allá dónde alcanzan los sueños…..van mis letras.
Tejiendo madrugadas al compás de un tiempo que no suena tic tac, de un reloj sin esfera que juega al escondite con la realidad pasando sin pasar, sin ser notado. Allí dónde cada instante ya es pasado, dónde el presente es fugaz ahora, donde el corazón busca entre las luces del día el irisado color de aquella sonrisa que enciende la luz en la habitación oscura de la espera. Así una vida más, una noche más, esperanzado, extiendo mis deseos, mis anhelos, en el crucigrama azul de unas letras que sobrevuelan la nube blanca de un folio, buscando un orden, buscando un sentimiento en el que reflejarse. Y así, en un deseo, en un sueño, dejar de ser pasos perdidos por los caminos de la madrugada. Será entonces cuando mis letras dejarán de escribir soledades entre multitudes anónimas, dejarán de guardar emociones entre los renglones profundos del alma, entre las estrofas ausentes de unos ojos infinitos. Ese día, ese sueño, mis letras dejarán de ser deseo, para ser ahora, dejarán de ser sueño para ser aquí, dejarán de ser espejos en blanco  para ser arcoiris en poema infinito. Ese día por fin podrán escribir presentes con olores de días nuevos, podrán pintar colores entre las músicas de tu presencia, podrán vivir amaneceres entre las estrellas del día. Y mientras amanece tu nombre en el horizonte de mis sueños, he llenado mi noche de ti, he dibujado de aurora el universo líquido de la espera sin tiempo, y en la almohada luminosa de tu mejilla dormida he dejado como ofrenda las flores nuevas de un poema con besos en forma de letras. 


                                      Imagen bajada de la red        
                                      https://youtu.be/GbRjCDXvMj4