CIEN
NOCHES DE SOLEDAD
Sobre la esfera blanca de un tiempo sin medida mi noche se
encamina al encuentro interminablemente oscuro de mi inmediata madrugada. Perennemente
presentes, latentemente vívidos, acaricio con los dedos del corazón los
momentos únicos que segundos antes has
escrito en el papel de mi alma para poder leerlos, uno a uno, en
la solitud sonora de tu ausencia.
Guardo los momentos del día en el baúl latente de mi corazón para sentirlos cuando la
soledad escriba silencios en el espacio en blanco de un tiempo que no pasa.
Arropado con tu nombre y de la mano de tu mirada camino entre los pasos de un
día que se ha dormido entre las luces
tricolores de un millón de semáforos vigilantes.
Y para acortar el camino hasta el amanecer haré de cada
segundo un ramo de letras encendidas
para tí, haré un camino nuevo, tapizado de sueños por soñar, andaré por deseos
infinitos para escribirlos en tu almohada. Haré que los sentimientos resuenen
en el pentagrama infinito de un beso. Y pintaré las paredes con las letras
azules de mis sueños, esos en los que te escribo en la condena oscura de la
soledad a solas. Llenaré de letras los mensajes irisados de tus besos, que
llegan ansiosos hasta mi ventana, en el ático sin luz de mi madrugada sin ti.
Mis pasos irán tras las huellas sonoras de tu perfume, hasta fundirse con los
tuyos en el camino del amanecer. Y acariciaré con momentos las aceras de mi
noche sin tu abrigo en una madrugada más
en que mis letras quisieron dibujar
mi yo sin ti. Por las aceras líquidas de la playa cercana un rumor de
olas acaricia mis pasos, entre las nubes verdes de los árboles amigos, con
luces de rosa y oro, el amanecer dibuja
tu nombre en la esfera azul de mi
mirada, y tu presencia infinita abraza mi cielo mientras tus ojos dibujan nuevas
esperanzas en la almohada blanca del nuevo día.
https://youtu.be/On3fy2DOV_A