REFLEJOS
Caminan mis letras esta noche, como tantas otras noches, por
los senderos redondos y transparentes de los sueños. Busco en cada renglón de
la madrugada, en cada segundo de silencio y soledad la partitura vital, la
almohada pentagrama donde reclinar mis deseos. Busco entre caricias ausentes la
brisa sonora de tu sonrisa al amanecer, cuando anochece mi día y amanece tu
noche. Busco al sol de mi madrugada la
sombra luminosa y oscura de tus ojos a contraluz, allí donde las miradas se
hacen poemas, donde las letras escriben silencios sonoros, donde solo unos
segundos bastan para escribir imposibles. Se pierden mis letras, una noche más,
en un laberinto azul, en la playa de arena blanca de los folios escritos al
calor de otra noche más sin ti. Sueñan tratando de leer tus sueños, imaginando
los valles ahora dormidos de tu piel
seda, la eterna primavera del olor de tu beso. Llegan a mis oídos los trinos
multicolores de tus ojos al amanecer, la música irisada de tu abrazo naciente,
la luz poniente de mi sueño que duerme en tus brazos. Tras de mí se han
quedado, cansados de ausencia y madrugada, mis pasos en el andén de los deseos.
El tren de los sueños pasa, una noche
más, con su carga de deseos a la luz de la luna, con sus vagones repletos de
ilusiones con trajes de fiesta y letras de esperanza, con flores de sueños en
el ojal de un poema. Pasea sonoramente
luminosa una caricia en pentagrama, una música hacha arrullo que me abraza con
las notas de tu nombre y me transporta
un folio más, una noche más, al rincón del alma donde me habitas. Cansado, un sueño más allá, he apoyado mi cabeza en la
almohada azul de mis letras doloridas, y me ha vencido la madrugada. Al
despertarme este amanecer, sobre la arena de mis mejillas, las olas de tu beso
habían escrito un sueño en rojo y seda,
y abrazadas a tus manos mis letras tenían tu nombre entre los dedos de un deseo
hecho folio.
Bella prosa poética. Felicidades
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras y por comentar.
ResponderEliminar