PRIMER AMOR
Con
la inquietud de mis pocos años, con mis primeras ilusiones a flor de piel,
llegué hasta el Cañuelo aquella tarde. Entre sus cañas eternas escogí
una larga y robusta, tras deshojarla hice de ella mi caballo. Con otra
caña más fina hice una espada, y con
espada y montura me encaminé hacia el cercano castillo, donde una sutil
chiquilla de ojos verdes y cabellos de oro
aguardaba tras los visillos de su ventana.
Llegó
sonriente al encuentro, llena de luz y aroma a primavera. Junto a otros amigos
que esperaban libraríamos, una
tarde más, otra batalla incruenta, llenaríamos la tarde de juegos y de risas,
de casitas y castillos, de dragones y
caballeros,
de damas y princesas.
De
fondo un telón vegetal lleno de encinas y olivos, retamas y juncos, eras
resecas por el sol y luz de poniente en el
horizonte.
Todo
parecía eterno, hasta que una voz desde el cercano castillo anunciaba el final de
los juegos. !Niños a casa!.
Era
la hora de regresar a la realidad diaria. Mañana, tal vez, seguiríamos jugando.
Con
una sonrisa infinita y los ojos encendidos de ocaso, has dicho adiós con tu
mano, acariciando el aire cual bandera. Hasta
mañana, he logrado decir, con apenas un hilo de voz.
Entre
nervioso y feliz he recogido espada y montura para volver a mi realidad.
Sutiles, unos pasos se han acercado hasta
mí. Las esmeraldas de oro de sus ojos se habían encendido al hacerse espejos de
la tarde, sus labios de coral
rojo dejaban en mis mejillas la ola infinita de un beso inolvidable.
Al
instante se alejaba perdiéndose en el castillo con las primeras estrellas. Cerré
los ojos guardando aquel instante en
lo profundo del corazón .
Al
abrir esta noche la ventana de mi ático la luz de plata de la luna llena enciende las sombras doradas de un caballo y
una espada de madera, que escriben recuerdos en reflejos azules en la
nube blanca de un folio.
Imagen bajada de la red
https://youtu.be/EsqpLTh3jns