domingo, 2 de octubre de 2016


                        A LA LUZ DEL DIA

A la luz del día vienen mis pasos caminando por aceras que un día fueron caminos infinitos hacia la realidad.
A la luz del día late mi corazón sístoles de emoción y diástoles de esperanzas en un sentir grabado en el blanco eterno de paredes de cal y luna.
 
Al cobijo del día van mis letras escribiendo vivencias por los renglones azules de unas calles que acunan anhelos entre rincones a la luz de la nostalgia.
Por el azul inmaculado de un cielo a la luz del día, las nubes blancas de unos sueños aguardan sonrientes a la pluma del atardecer, para escribir poemas con letras de ocaso y deseo.

Al cobijo del día, el aire entona canciones con notas de rosa y jazmín, claveles y geranios. Con letras de luz y sombras el sol dibuja paisajes sobre el lienzo transparente del aire. Un color infinito de arco iris inunda con perfume cálido el lienzo del día, cuando los dedos dorados moldean las fronteras rayanas con la tarde.
Al amparo del día, de la mano de mi yo más íntimo, con mi sombra fundida conmigo mismo, más íntimamente que nunca, voy recorriendo mis rincones más profundos, más secretos.
 
A la luz del día, de la mano de la tarde ya cercana paseo por mi yo, por ese otro lado de mis mil realidades. Por ese otro yo que late casi ausente y que revive ilusionado cada vez que se enciende la luz de unas letras.
Al  amparo  y cobijo del día, en un rincón de la tarde que me abraza, unos ojos de universo susurran sueños imposibles con aromas de Cañuelo y luna llena.

Y aquella mirada se quedó allí, prendida entre cañas de verde eterno y agua de plata eterna, prendida en el aire de un deseo eternamente efímero, fugazmente eterno.
 
                                         
                                         https://youtu.be/-tw0qL8D5O4    
 

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