viernes, 30 de marzo de 2018

 

                                                A QUÉ DISTANCIA

En este momento sutil, cuando la luz vaga buscando un hueco entre rendijas de sombras, cuando la música de la soledad resuena en blanco y negro. Ahora, que la mesa de la madrugada se cubre de sueños en blanco, y el corazón se funde en una figura transparente que late en azul. Ahora, que todo se vuelve como a oscuras, que todo se hace silencio y se transforma en distancia.  Ahora….
A qué distancia de la realidad se duermen los sueños que nacen a contratiempo de lo vivido. A distancia del arcoíris laten en blanco y negro las letras que nacen azules, y viajan en las nubes de los folios hasta los paisajes infinitos de un libro en blanco.
A qué distancia del amor quedan los deseos que nacen en la cuna del corazón para hacerse sutiles ilusiones en el cielo de una mirada. A qué distancia del pentagrama suenan las notas que nacen a oscuras en un piano hecho de ausencias y silencio.
A qué distancia del corazón laten esos momentos que se hacen pasos de plomo por los caminos sin renglones de un poema en solitario. A qué distancia se escucha la canción gris de la lluvia al otro lado de una mirada, de unos ojos bañados de atardecer, reflejo de mil preguntas.A qué distancia del amanecer se duerme la redonda soledad de una madrugada a solas, de un tiempo a oscuras que busca la luz del nuevo día en la ventana de un abrazo.
 
A qué distancia de una caricia quedan los abrazos en sequía que escriben anhelos en el aire, abrazos en la nada que unen las riberas transparentes de un sueño en dos almohadas.
A qué distancia del  tiempo se guardan los latidos en forma de tic tac que escribe un corazón sobre las paredes transparentes de un sueño en duermevela.
A qué distancia quedan los pasos sin andar, esos que impide la ausencia, donde se escriben las palabras por decir, esas que calla el miedo, donde van las miradas por encontrar, esas que borra la noche.
A unos sueños de ti he fundido una distancia entre azules deseos, y abrazado a tu mirada he dormido mis sueños en la almohada de tu beso. 

 
                                   Foto Pepi Enciso Pizarro
                                   https://youtu.be/pYRR8K4Keck
   

sábado, 10 de marzo de 2018


                                               QUIZÀS ALGÚN DÍA

Quizás algún día. En la frontera transparente de una nube hecha de incertezas la duda escribió sus sueños con unas letras de esperanzas, y encendió unos deseos que iluminaran aquel sueño.

 Quizás algún día. En los bordes azules de unos renglones hechos caminos unos sueños escribieron sus pasos con pies de tinta y deseo, y guardaron sus mundos entre  los perfiles blancos de folios a la luz de la esperanza.

Quizás algún día. Las notas en blanco y negro de un piano en la ventana de la madrugada sueñan el arco iris de una partitura hecha sonrisa y la sinfonía  verde primavera y mayo en la mirada, cuando los ojos se hacen espejo del amanecer.

Quizás algún día. Aquellas letras nacidas de negra ausencia y cristal de espera aguardan en la sala en blanco de un folio a  que un dedo lleno de azul y calor encienda sus formas para ser golondrinas,  para volar en una vivencia por el libro de los sueños.

Quizás algún día. Aquel espejo, de transparente irrealidad, borró sus formas difusas y encendió su sonrisa con marco de plata, esperando las notas irisadas de un atardecer guardado en una esquina de la tarde.

Quizás algún día. Los deseos que nacen en el folio de la soledad se han quitado sus ropas transparentes  y caminan con letras de ilusión a la espera de ser realidad en el universo de un abrazo a la luz del día.

Quizás algún día. Aquellos besos, envueltos en sequía y ausencia, rompieron los folios de su soledad, y con los labios llenos de rimas y caricias en flor, llegaron al mar de los sueños, esperando ansiosos las olas rojas de otros labios a punto de beso.

Quizás algún día. Aquellas manos, cansadas de caricias en vacío, de senderos por las calles de la nada, han guardado entre sus dedos la luz del amanecer a la espera de otra caricia al otro lado de un folio.

Quizás algún día. Aquellos brazos, resecos de abrazos en sequía, áridos de beso y yermos de calor, han callado su voz de angustia, y envueltos en esperanza se han fundido con un beso de arco iris a la luz de una sonrisa.

Quizás algún día…



                                         Foto Pepi Enciso Pizarro
                                         https://youtu.be/9olcTJmDphA